En la prisión de mujeres La Inca en Quito alberga una panadería que apenas está explotada.
Cocina sin fronteras se ocupa tanto de la reconstrucción como de la explotación de esta. La panadería permite a las detenidas adquirir por un lado la formación básica para la preparación de pan y pastelería como los conocimientos para dirigirla como una pequeña empresa. Gracias a estos conocimientos, las mujeres pueden comenzar una nueva vida a la salida de prisión, lo que disminuye el riesgo de caer de nuevo en la pobreza y la criminalidad.
Además de ocuparse de la formación, Csf colabora en la distribución de estos productos de calidad excepcional de la panificadora en los mercados Bios y restaurantes de Quito.