«En algunas oportunidades pienso que los que hacemos son solo gotas en una piedra caliente. Pero desde que escuché que nuestra cocina en San Josecito ha logrado que los niños no sufran más desnutrición, y que los Indígenas desposeidos de sus tierras encontraran trabajo, y que en el valle North West Rift de Kenya, los ancestrales enemigos Pokot y Turkana celebran sus fiestas juntos, es entonces una confirmación de que está tarea que nos hemos asignado tienen un sentido. Cuando observo en Suiza la fascinación de las personas en el Kitchen Battles, entonces me parece que, se necesita un punto concreto, a travez de ideas simples para mejorar el mundo.»

David Höner, fundador y Presidente de muchos años de Cuisine sans frontières.



Cuisine sans frontières fue fundada el año 2005 como una asociación sin fines de lucro. La idea provino de David Höner, cocinero, bailarín de Tango, periodista y escritor. En su libro titulado «Der Victoriabarsch» el año 2004 describe la historia de Kredenzias Gilde. Monique Zumbrunn miembro del directorio de Cuisine sans frontières hasta la actualidad, ha leido el libro y comparte con nosotros lo siguiente: Cuando tu haces lo que has escrito, entonces estoy dispuesta a colaborar plenamemte. Dicho y hecho. Con Charles Leuthold como tercer miembro de esta alianza fundaron „Cuisine sans frontières“, con este paso pusieron la primera piedra de una organización que David Höner la describe de la siguiente manera:

El cocinar y comer, es un acto social – mundialmente. Una comida en común exige, amistad, puede remediar grietas y es una plataforma para dialogo e intercambio – bases de una vida satisfactoria en común.

El comer en comunidad, necesita un lugar, un espacio. En algunos lugares es un sencillo restaurant, una pensión. En un lugar así se vive, se ama, se discute y se reconcilia, se celebran matrimonios, así como entierros. En los lugares donde estos espacios faltan, se pierde un elemento fundamental de la sociedad.

Es precisamente en este tema que Cuisine sans frontières está presente: nosotros construimos restaurantes, en los lugares que ya no existen. El ser anfitrión es un aporte cultural. Con esto reforzamos la sociedad civil y aportamos en la búsqueda de la paz. Nuestro proyecto es una plataforma neutral gastronómica, que en casos de conflicto y en zonas de crisis, ofrecen un espacio y posibilidades de intercambio. Es decir, ofrece la posibilidad de poner los conflictos encima de la mesa. La posibilidad de encontrar un trabajo. La posibilidad de que en tiempos de crisis, poder brindar un pedazo de normalidad.

Esto es Cuisine sans frontières, anfitrión de la esperanza desde el 2005.